La casa sin luz
el frío en los pies.
Me pongo a pensar
me acuesto al revés.
En la cama se me pasa el tiempo
solo recordando.
Como un alma en pena
sigo esperando.
Estoy tan falta de cariño
de años pasados.
De niña queriendo,
de grande odiando.
Y prefiero hacerme la tonta
para no verme tan sola.
Solo fluyo como un río.
discretamente me sonrío.
Me pongo el traje largo,
el brillo tapa todo.
El miedo borboteando
la risa delirando.
Y ya estoy como en el cero
de mi cuenta al revés.
Aunque perdiera un dedo
me entrego otra vez.
Lo mal que me han parido
intento ocultarlo.
Que sanen las heridas.
Yo vivo esperando.
Y me pongo a hacer una lista de tantos,
tantos maldecidos.
En la patria que me adopta
hay tantos desaparecidos.
Y tengo tanta pena,
tanta rabia en la garganta.
De esta humanidad distante,
egoísta y que mata.
Y para cantar desde adentro
no importa de quien sea a voz.
Hay tanto que decir,
que no me alcanza una canción.
No soy muy buena hablando,
tampoco escribiendo.
Solo son palabras locas,
de una loca que se ha muerto.