No seas tonto corazón, ya no llores, nadie te ha de comprender
tu amargura;
esa gente se reirá de tu desventura, porque el mundo es falso y cruel,
incapaz de comprender por qué llora un corazón.
Bien comprendo corazón, cuánto la quieres, lo que tienes que sufrir
por ese ingrato amor fatal,
pero debes de saber, aunque tengas que llorar, la tenemos que dejar,
aunque tengas que morir, la debemos olvidar.