Las flores que en el campo hermosas se ven
Me hablan del amor de un gran Dios.
La sonrisa de un niño al jugar
Me dice que hay un Dios a quien amar.
El llanto de un niño al nacer
Ma habla del amor de un gran Dios.
La ternura de una madre, su niño al besar
Me dice que hay un Dios a quien amar.
El cielo, la tierra y el mar.
La esperanza, la alegria y la paz
Me hacen que me humille ante Dios.
Estrofa II
Las estrellas que en el cielo brillando se ven
Me dicen que un Dios las formo
Las aves que nos cantan sus trinos de amor
Me dicen que me humille ante Dios.
El llanto de un niño al nacer
Me habla del amor de un gran Dios.
La ternura de una madre, su niño al besar
Me dice que hay un Dios a quien amar.