Discúlpame, si alguna vez te hice daño
nunca pude vencer al orgullo maldito que me tenía atado
quería salir corriendo y gritar que te amo
pero ahora entiendo mi amor, pero ahora entiendo.
Perdóname, por no estar a tu lado
cuando solo pedías un poco de atención y yo estaba alejado
hoy te veo perdida, pues ya no eres mía
pero ahora entiendo mi amor, pero ahora entiendo.
Que te perdí, y no vas a volver
por más que yo te llore, que te ruegue y te implore
jamás yo tu dueño podré ser.
Y te perdí, soy un tonto y jamás
yo podría perdonarme por la vida arruinarte
porque tu me amabas y era de verdad
y te perdí
cuando tu querías algo bien
ahora a mi me toca resignarme
y vivir amándote.
Con dedicatoria para Alejandra de la Paz, eres muy importante.