Voy borrando tras de ti,
tus pisadas en la nieve;
antes de que, los lobos te encuentren.
Inconsciente se perdió,
y en el bosque anochece, invocaré al cuarto creciente;
que te ilumine al andar, y brille para tí.
La estrella polar
Tengo frío el corazón, como un muñeco de nieve.
Derriteme, abrazame fuerte.
Siento la caducidad, de momentos tan perennes.
Que en mi no durará, un invierno más,
ni uno más.
Quiero tener tu calor, aunque se funda mi cuerpo.
Retrocede el glaciar, se nos está acabando el tiempo
Son tan efímeros, los encuentros y, tan largo recordar.
La primavera, descongela nuestro, sueño polar;