A Una vez comprendí que mi voz no era mía,
que era toda del mundo, del mar y los días.
y canté noche a noche aunque nadie me vio.
Cuando me iba solo arrastrando los pies
para llegar tan tarde a mi casa otra vez,
dejando atrás sonrisas, sonrisas de papel.
A Y A filosofía fue un tema de a diario.
entre un viaje al espacio y un niño sin pan.
Y hace tiempo dejé de arrastrarme los pies
y seguro ninguno se acuerda de mI.
Y se sigue escuchando el silbido de un tren