Yo que en la vida he ambicionado
rendirle culto a tu cariño
con la candidez de un niño
pero tú me has defraudado.
Pues tu cinismo al engañarme
ha provocado en mi en encono
eso yo no te perdono
nunca te perdonaré.
II
Tantas promesas que nos juramos
tanto soñamos para los dos
hoy quedan truncas con tu falsía
y el alma mía no sospechó.
No te perdono, mujer malvada
porque ya nada de ti creeré
has destrozado mis ilusiones
mis ambiciones, mi buena fe.
I