Que el mundo fue y sera una porqueria ya lo se,
en el quinientos seis y en el dos mil tambien,
que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaus,
contentos y amargaus, varones y doblez.
Pero que el siglo veinte es un despliegue de maldad,
insolente ya no hay quien lo niegue,
vivimos rebolcaos en un merengue,
y en un mismo lodo todos manosiaus.
Si hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor,
ignorante, sabio, chorro, pretencioso, estafador,
todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor,
no hay aplausos ni escalafon, los inmorales nos han igualau.
Si uno vive en la impostura y otro roba en su ambicion,
da lo mismo que seas cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizon.
(Analogamente la segunda parte)