¡Señor!, perdone mi valor,
disculpe esta tensión,
olvide estos nervios;
no sabe quién soy.
Escúcheme, ¡señor!,
será sólo un momento.
¡Señor!, su hija es todo en mí,
la fuerza de luchar,
tranquilidad, angustia,
mi razón de ser,
por favor, ¡señor!,
no la aparte de mí
Aun siendo su hija ,
la vida es de ella
Y ella me quiere
Acuérdese de ayer
cuando era usted más joven,
que también buscó
rincones escondidos
para hablar de amor.
Usted también huía de un señor
Y debe comprender,
la historia se repite y su niña de ayer
también tenía un padre
que supo entender.
Por eso, señor mío, compréndame
¡Señor!, que es tiempo de aclarar