Siempre te imagino como aquella vez,
aunque haya pasado ya una eternidad,
aún guardo el recuerdo del verano aquel,
cuando apareciste casi sin hablar
yo era sólo un niño, tú ya una mujer
aunque lo de menos fuera nuestra edad,
en ese momento pude comprender,
que hay cosas que el tiempo no puede borrar
(Estribillo)
quiéreme, quiéreme que quiero quererte una vida,
no ves que desespero por darte la mía
regálame una noche que no tenga final,
recuerdo que te dije a la orilla del mar
quiéreme, quiéreme que quiero quererte una vida,