El perfume de su almohada, tú lo conoces bien,
y la humedad de sus sábanas blancas también.
Qué suerte la tuya, que puedes tenerlo a tus pies,
sintiendo en tu boca, sus besos que saben a miel.
PD
Mirando como le hablas de amor, el tiempo no se detiene,
y nada tengo yo que esperar, aunque me quede en el aire.
CORO
Quién como tú, que día a día puedes tenerle,
quién como tú, que sólo entre sus brazos se duerme,
quién como tú.
Quién como tú, que tarde a tade esperas que llegue,