Vicuña de los cerros, venado de los montes, decidme si paso por
aquí la ingrata paloma.
La paloma, la paloma, la paloma que olvidó a su amado.
Vicuña de los cerros, taruca de los montes, venid a ver como
lloran, como lloran mis ojos.
Así me dejo con los ojos llorando, así me dejo con el corazón herido.
Oh! que tengas sed en el camino, oh! que tengas sed en el camino, que no
encuentre ni la
escarcha en los pajonales, que no encuentre ni el rocío en las hierbas, ni
el rocío en las
hierbas.
Que tengas sed en todos los caminos, que tengas sed en todos los caminos.
La paloma, la paloma, la paloma que dejo su nido,
la paloma, la paloma, la
paloma que olvido a su amado.