No sé si el alejarme me enloquece
y por eso habré venido por un último adiós;
yo no quiero con ello entristecerte
pues sé que es un martirio para los dos.
He venido a decirte únicamente
que aunque viva muy lejos jamás te olvidaré,
que tu imagen se ha grabado en mi mente
y que a cual hostia santa te adoraré
Tú, la de los ojazos negro, la de boca tan bonita,
la de tan chiquito pie,
tú, la que eres tan orgullosa
por saber que eres hermosa,
no me dejes de querer,
tú, la que al hablar tiene el dejo
de la tierra que ahora dejo
para quizá no volver,
deja que con ilusión loca
te dé un beso en esa boca,
por si no te vuelvo a ver.
En el fondo de mi alma he levantado
un castillo de amores tan sólo para mí;
es un sueño que he visto realizado
y ahora todo mi anhelo es verte a ti;
mas si acaso el destino nos separa
y tu corazón cambiara de forma de sentir,
el castillo de amor que he levantado
me servirá de albergue para mori-i-ir.
Tú, la de los ojazos negro, la de boca tan bonita,
la de tan chiquito pie,
tú, la que eres tan orgullosa
por saber que eres hermosa,
no me dejes de querer,
tú, la que al hablar tiene el dejo
de la tierra que ahora dejo
para quizá no volver,
deja que con ilusión loca
te dé un beso en esa boca,
por si no te vuelvo a ver.