Por, por qué te amo
hay que preguntarle al cielo
y por qué la noche se entretuvo en tu pelo
tantas veces , tantas, y tu armonía, tu caminar
tu acento y aquella sonrisa, tus ademanes, tu aliento.
Hay que preguntarle al mundo
por qué te amo, por qué te amo
cuerdas de mi guitarra, voz de mi canto,
caja de mi guitarra que no hay engaño.
Te amo, yo te amo, te amo . . .
la ra ra ra ra . . . etc.