Quería ser para ella la luz del día
y en la oscuridad ya ni veía
por más que yo intentaba ser su todo
siempre más defectos me sumaba.
Me dediqué a llenar su vida
Ella me dijo adiós, no hay penas ni dolor
volví a tener la llave de mi paz y mi control
y apareciste tú con tu amor y tu luz
cautivas y me llenas, pero vamos poco a poco.
Ella era dueña de mi alma
yo de la tristeza no salía
yo que me forcé en darle un trono
y hasta me olvidé de mi sonrisa.
Yo me dediqué a llenar su vida
Ella me dijo adiós, no hay penas ni dolor
volví a tener la llave de mi paz y mi control
y apareciste tú con tu amor y tu luz
cautivas y me llenas, pero vamos poco a poco.
Ella me dijo adiós, no hay penas ni dolor
volví a tener la llave de mi paz y mi control
y apareciste tú con tu amor y tu luz
cautivas y me llenas, pero vamos poco a poco.