Tu tiempo es un vidrio,
tu amor un faquir,
tu cuerpo una aguja,
Si las sanguijuelas no pueden herirte
no existe una escuela que enseñe a vivir.
El angel vigila,
descubre al ladron,
Miro alrededor,
heridas que vienen sospechan que van, y aquí estoy
pensando en el alma que piensa y por pensar no es al ma.
Desarma y sangra.