Dos de la tarde, siesta en el barrio
y siesta en mi corazon
que miedo me da, soñar con lo que no entiendo
en el silencio, lleva tu nombre salado
de tanto amor
y cantando te vas, despues me duermo
una mujer, encendida y feliz
entibiandome la leche y el dolor
solo una mama, pañuelo y baton
trayendo medialuna, para darme
aquella mujer que envejecio, junto al olor
de la cocina, adivina en mi la melodia de su propia vida
y hoy que estoy aqui, donde el futuro se mezclo, con el pasado
canto para vos, la melodia de lo que me has dado
una mujer, encendida y feliz
solo una mama, como un sol de alcanfor
que entibiaba con su leche mi dolor