Tengo el corazón herido por dos espinas clavadas
el verde de tus ojos y aquel adiós sin palabras
Tu piel madurando eneros siempre rondando mi almohada
Tengo el corazón herido por dos espinas clavadas
el verde de tus ojos y aquel adiós sin palabras
Tu piel madurando eneros siempre rondando mi almohada