Cuando sorpresivamente te encontré
Con esa mirada que no he de olvidar
No me pude resistir y escuche a mi corazón
Me decía en su latir que me iba a enamorar.
Desde entonces solo fue pensar en ti
Nunca, nunca, nunca
Yo me voy a ir de ti
Mientras siga mi vida encendida.
I te quiero tanto y tanto
Que te voy a regalar cada día al despertar
La ilusión que arranque tu alegría.