Noches de Mazatlán, noches para soñar, mientras tiende la luna
manto de plata sobre el mar;
noches de Mazatlán, que nunca olvidaré, cuando en las Olas Altas
por vez primera yo te besé.
Playas de ensoñación, con oleajes de luz, rumorosas palmeras,
que nos hablan de amor,
no hay nada comparable con su cielo lleno de estrellas,
inolvidables noches divinas, de Mazatlán.