Miro alrededor, veo la soledad
De quien no conoce a Dios
De quien odia y no olvida el rencor
Una multitud camina en confusión
Paralíticos y enfermos
Ciegos del corazón
Sólo faltas tú, el Papa confía en ti
Y esa gente que aún no sabe rezar
Y merece tener la verdad
Necesitan de ti
De tus manos y tu voz
De tu juventud que tiene una misión
En todo rincón gritar
Predicar el amor que se escuche en toda nación
Tu lugar ningún otro lo puede llenar
Donde haya un corazón que necesite luz