Nada tengo de ti
y lo tengo todo
aunque tú no lo sepas,
eres tan mía/o.
Eras mía/o, hace tiempo, cuando el Otoño
me asomaba a la puerta de mis jardines.
Te veía pasar
Yo sé que tú me quieres, alma mía,
culpable soy de haber llegado tarde.
Y ahora que te mueres con mi muerte
pregunto, ¿qué es la vida sin tenerte?
Yo sé que aunque lo niegues también sufres
la rosa no es feliz entre las piedras.
Tus ojos y tu voz, hecha de llanto,
pregúntenme: ¿por qué tardaste tanto? Amor.