Tenia cara de no romper un pato,
pero había roto 20 corazones,
juro que yo no quise ser alguno,
me cuento como el numero 21.
La pude haber llamado madrugada,
la pude haber llamado mi princesa,
y en esa noche casi en la mañana,
me dejo mi tequila y mi tristeza.
Malditos son los ojos que prometen,
soñar desnudos en la carretera,
benditos son los labios que nos mienten,
para sacar canciones o carteras.
Supongo que esta mal lo que yo digo,
supongo que esta bien lo que me bebo
, A
pues hasta una canción yo ya le debo.
Si adelita se fuera con otro
La golondrina se fue de mi lado,
se fue como se fue la cocaína,
traigo en mi corazón los 7 dardos,
que me ando desclavando en la cantina.
La misma aquella de los que chistosos,
la misma que por ojos tenia rimas,
dejo este corazón borracho en ruinas,
y brindo por esos labios carnosos.
Salud por esa noche en los guanatos,
cuando soñaba yo que la tenia,
comiendo aquí en la palma de mi mano,
que tras un corazón me maldecía.
Sentado en cuclillas en los durmientes,
de las diez de los trenes mal viajados,
donde se suicidaron dos serpientes,
mataron sus sueños oxidados.
Dedico la canción que he terminado,
al ángel que me dio esos tres acordes,
acabo la canción que he prometido,
a esa mujer sin alas no la olvido.