No hallo nada, de todo eso que crece, dentro del pecho y del alma
Y no tuviste fuerza necesaria, no hay nada que te haga sonreír;
Y te quedaste mirando un espejo, frente tuyo no había nadie.
Y ves que hoy el tiempo ya no es suficiente.
Y a donde iras, el siempre te persigue.
Más quieres, más tienes, más siempre,
lo que mereces y más.
Y ahora que viene la noche,
se meterá en tu cuerpo,
Manejará esas manos,
esas que antes podían tocar y sentir,
no sientes nada más.