Eres tan hermosa, luz de la mañana,
que mi canto lleno de melancolía,
busca la florida paz de tu ventana,
para sollozarte confidencias mías.
Yo te quiero, diosa; yo te adoro, mía;
yo por ti arrancara piedras con las manos,
y si ambicionaras, yo te brindaría
diamantes robados, de un país lejano.
A A A A A A
Para que algún día, mis palabras frías,
te murmuren, mía, solamente, mía.
Todos mis cantares, toda mi ternura,