Me llamas para decirme que te marchas
que ya no aguantas más, que ya estás harta
de verme cada día, de compartir su cama
de domingos de fútbol, de vida en casa.
Me dices que el amor, igual que llega pasa
y el tuyo se marchó por la ventana
y que encontró un lugar en otra cama.
Y te has pintado la sonrisa de carmín
y te has colgado el bolso que él te regaló
y aquel vestido que nunca estrenaste, lo estrenas hoy
y sales a la calle buscando amor.
Me llamas para decirme que te engaña
que ya de nuestro amor no queda nada
que se buscó otro nido, que abandonó su casa
que te faltan caricias por las mañanas.
Me dices que el amor, igual que llega pasa