Luna radiante en un baile
al aire libre
fondo de naturaleza
del litoral
En una noche como ésta
debajo de un árbol que no se ofendió
consumimos el fruto prohibido
y a mí me encantó.
Suena el acordeón
de mi corazón
cada vez que te vuelvo a ver
y es que no puedo ya ni concentrarme
si estás junto a mí
Desde esa noche quedaron
mis cinco sentidos sedientos de vos
se me ofrecen manjares
y no les encuentro el sabor
Así ocurrió
la sutil explosión
como una estrella fugaz
surcando los cielos un camino de luz
hacia un abismo sin fin.