Caminábamos, con la urgencia del errante
por un sol anochecido, ke hace una danza lunar
Caminábamos, por el azul de la insistencia
sin pedirle una clemencia, a la espuma de este mar
Caminábamos hoy, tras las huellas de un perdido
como dos versos prohibidos, en un extraño latido
Caminábamos hoy y me voy, por ese mar desesperado
por los hombros de los cielos abigotados
por las agujas de la lluvia ke nos moja al caminar
Caminábamos, y sin ser ningún poeta
podría escribirte una cuarteta, y acompañar tu soledad
¿En ke Biblia está escrita, ke tengo ser juglar (juglar, juglar)
pa cantarle A E princesa y estando dormida poderla despertar?
Y donde digas te espero, sin saber si hay curandero
ke me kite de este sombrero, la idea de verte más y más y más y más
Caminar, esquivando las miradas
las sonrisas despiadadas ke marcan la acera hasta verla temblar
Caminar a tres palabras de tu sombra
a un infierno de espera a medio instante de ti
Caminábamos, kon esa estrella vigilante
Kon el eco de una noche ke canta un destino en un cometa distante
Y a la orilla del soplo, como rastro de mendigo
Las arenas movedizas ke lanzan sus brisas komo un mudo testigo
Y en la estela del tiempo, la brevedad de la palabra
Nos abraza un silencio ke forja en las aguas los cristales del mar
del mar
De pronto ya no te veo, te extravié entre los cortejos
me interné mar adentro, y me kedé en mi brevedad
Y caigo perplejo, a la distancia de mi mano
me parezco a ese viejo ke veo en los espejos a paso de tirano
¿Acaso ando inculpado, kon el pie de algún proscrito?
Ahora mismo un abogado, ke me evite este purgar
Camino y te busco, le pregunto hasta a mi sombra
Le pregunto a la sorpresa ke a lomo de tristeza va labrando un cantar
Camino e indago, voy pidiendo un adivino
ke me de las señales precisas y exactas para irte a encontrar
Y sigo buscando, voy husmeando en escondrijos
al fin te veo y corriendo yo elijo envolverme en tu andar
y de nuevo a caminar
"lo más terrible se aprende en seguida