mas hoy al parecer es de un señor
que en una escalerita de aeropuerto
cultiva un maletín, pero ninguna flor;
sonriente y afeitado para siempre
trajina para darnos la impresión
de un mundo en tecnicolor donde muy poquitos
aprenden a jugar el golf.
¡Ay que vivos! son los ejecutivos,
que vivos que son, del sillón al avión,
del avión al salón, del harém al edén
siempre tienen razón y además tienen la sartén
la sartén por el mango y el mango también.
El mundo siempre fue de los que están arriba