Yo quiero un rancho tener
clavao en medio del llano,
como un nido soberano,
como un altar de placer.
Que nunca pueda caer,
hecho de juertes horcones,
con dos aleros o alones
y que visto a plena luz,
se parezca a un avestruz
que escuende los charabones.
Tener allí para andar
un pingo atao a una estaca,
Este cantar que flotando
encuentro en el diapasón.