Llegaste tarde, en el ocaso de mi vida triste, a mis palabras tiernas
confundiste, y por primera vez quisiste amar;
pero era tarde, y en la locura del placer humano, no comprendiste
que un querer lejano, iba a arrancarme de tu amor tenaz.
En vano quise hacerte ver las penas de la vida, porque sabía,
que nuestro amor era un amor fugaz
Llegaste tarde, pero quisiste conocer mi vida, y ahora te dejo
con mi amor la herida, que de tu alma no podrás borrar.