Y es después de la tormenta que veo pasar
cuando todo empieza a recobrar su estado normal.
El aire cálido que viene hacia mí,
me ciega los ojos y me tapa la nariz, la nariz.
Focos de luz, el rugido de las nubes que pasan sobre mí,
relámpagos que asustan a la luna y yo,
yo no puedo dormir.
Y por la noche, entre la arena con las olas del mar,
con las hogueras bajo el cielo, siempre empiezo a pensar
que aunque no quiera la mañana siempre me va a alcanzar,
que aunque cante a la tormenta, a las estrellas del mar,
que la mañana y la tranquilidad me van a alcanzar,
me van a alcanzar.
Y por la noche, entre la arena con las olas del mar,
con las hogueras bajo el cielo, siempre empiezo a pensar
que aunque no quiera la mañana siempre me va a alcanzar,
que aunque cante a la tormenta, a las estrellas del mar,
que la mañana y la tranquilidad me van a alcanzar,
me van a alcanzar.
Y es después de la tormenta que veo pasar