Te despojaste, todo dejaste, en el jardín del Getsemaní
En gran angustia, el cielo escucha, la decisión del Salvador
Dejaste el trono, te humillaste, tomando mi culpa y condenación
Con gotas de sangre, la guerra ganaste, llevando cautiva la cautividad
Oh la Sangre de Jesús.
Preciosa Sangre está aquí
En soledad clamaste al Padre, hágase en mí Tu voluntad
Fue una batalla, la muerte rugía y en Tu silencio el infierno cayó
Por Su llaga, fuimos sanados
En Su Sangre está mi milagro