Letra de
La Romería

¡Ay qué blanca la triste casada!
¡Ay cómo se queja entre las ramas!
Amapola y clavel serás luego,
cuando el Macho despliegue su capa.
Si tú vienes a la romería
a pedir que tu vientre se abra,
no te pongas un velo de luto,
sin dulce camisa de holanda.
Vete sola detrás de los muros,
donde están las higueras cerradas,
y soporta mi cuerpo de tierra
hasta el blanco gemido del alba.
¡Ay cómo relumbra!
¡Ay cómo relumbraba!
Intro