En la isla te hallaré
zamba junto al fogón
cerca del algarrobo que le hace sombra
a mi corazón.
De Salta vengo yo
sólo para cantar
lejos en el camino se queda triste
el polvaderal.
Cuando llegue a lo de Marrupe
en qué senda me perderé
me anda siguiendo el vino
y tras del poncho el amanecer.
La zamba llora ya
dorado está el maizal
justo para el otoño deschala el viento
mi soledad.
Ay tiempo que te vas
solito quedo yo
pero en la marrupeña te irá cantando
mi corazón.
Estribillo!