Padre, quiero confesarme
he pecado con mi carne,
mire padre, estoy temblando
de mis últimos orgasmos.
¡Dios mío! ¡Dios mío!
Tengo el pene ensangrentado
¡Dios mío!, ¡Dios mío!.
No podría delatarme,
Al terminar con el requinteo
viene un ligero cambio en la guitarra lider.
La carne, padre, la carne, padre
¡me vuelve loco!, ¡me vuelve loco