Recuerdo la calle alegre,
donde mi infancia crecía,
a dos pasos de La Banda;
de la estación bien cerquita;
rumbo a San Ramón ya estaba
y a un costado de las vías.
Ni bien bostezaba el día,
todos los changos llegaban,
Recuerdo la calle alegre
de mi niñez tan lejana,
¡Qué duende te habrá pintado,
para lucir tan bonita,