María Mirella murió
de combustión espontánea.
De golpe y sin previo aviso,
se encendieron sus entrañas.
Se encendieron sus entrañas y yo
que conversaba con ella,
me volví pa' no mirarla,
y que no me hiciera mella.
Mientras tanto sus hermanas,
Erke, charango y bombo,
bola de fuego para bailar.
Vela sentada en plena combustión.
punto uno en un millón
es un montón
si justo te toca a vos.
(Repite la introducción pero sin la repetición al principio)