Nada tengo de ti y lo tengo todo,
aunque tú no lo sepas, eres tan mía,
eras mía hace tiempo, cuando el otoño
se asomaba a la puerta de tus jardines.
Te veía pasar como a una estrella,
toda hecha de luz, pero tan lejos
y hoy que tan cerca estoy, no puedo amarte,
porque tu corazón ya tiene dueño.
II
Yo sé, que aunque lo niegues también sufres,
la rosa nos es feliz entre las piedras
y ahora, si te mueres con mi muerte,
pregunto: ¿qué es la vida sin tenerte?
Juguemos al amor, que es muy tarde
para hacer de este amor toda una vida.
Juguemos al amor y en una noche
borremos de una vez tantas heridas.
III
Yo sé, que aún me quieres vida mía.
Culpable soy de haber llegado tarde
y sufro como un loco por perderte
porque mi corazón quiere quererte.
Juguemos al amor, que es muy tarde
para hacer de este amor toda una vida.
Juguemos al amor y en una noche
borremos de una vez tantas heridas
Amor
Nada tengo de ti,