Letra de
Juan Porteño

Este siglo es de locura,
de robot y escaparate.
Buenos Aires sigue el ritmo
de París y Budapest.
Todo el mundo se alza de hombros
y habla de la Bomba Hache,
quiera Dios que no te cache
una del Follies Bergere.
Ríe el pobre, canta el rico,
ronca el tano en su cotorro.
Se inventó el avión a chorro
y el chorro raja en avión.
Viene Gina, se va Gina
y de un pícaro planeta
un marciano en camiseta
baja en plato volador.
Y rescostao, pensativo,
contra el farol de una esquina,
Juan Porteño se santigua
mordiendo el pucho, tristón.
Piensa acaso, en su nostalgia,
que aquella ciudad bajita
de románticas casitas
sólo está en su corazón.
Despunta la madrugada,
Buenos Aires rompe el sueño
y allá se va Juan Porteño,
silbando un tango llorón.
Hoy se dice que la luna