Inocente me has contado tu manera de sufrir
y no sabes que conozco como te gusta vivir.
Que no vuelves por las noches, que no llegas a dormir
y no sabes que conozco como te gusta vivir.
Y una noche solo aparecerás del otro lado
de esa puerta, queriendo suplicar que te perdone
mirándome a los ojos, pidiendo una oportunidad.
Y esa noche en la que tú volverás, seré más fuerte
pensando porque no puedo amarte ni quererte
teniéndote a mi lado, solo voy a sufrir de más.
Con el tiempo las heridas ya se pudieron curar
y ahora dime que se siente al ver al otro llorar.