Hay un monstruo de mil cabezas
en mi cabeza contaminada.
Nada me canta con tanta calma
desde que entraste, iluminada.
Por mil caprichos del inconciente,
en mi rutina vos estás siempre.
En casi todos los ingredientes
de mi comida vos estás siempre.
Que nadie me diga intransigente,
que nadie invente, que nadie nada.
Hay un monstruo de mil cabezas
en mi cabeza contaminada.