La historia, no recordará,
a esos espectros, que andan solos con su alma,
cabalgan, cabalgan, cabalgan en sus fantasías,
persiguen lo deseable y no se frenan con drogas inyectables,
mirando arriba esperando a alguien bajar, sin dientes,
como si la vida les quitara voracidad,
el vientre tan hinchado de comer verdades,
avanzan, avanzan, avanzan sin popularidad,
Me arranco la garganta y quiero gritar,
un auto es más acariciado que un hombre extraño.