Me gusta brindar con la vida por la vida,
me gusta respirar la libertad en casa, qué quieres que te diga.
Me gusta que valores más lo que yo te digo
que la opinión del resto y que me des un beso cuando no te lo pido.
Me gusta quien discute con voz y no con balas,
aquellos que por justicia empuñan su corazón.
Me gusta el roedor que hay bajo tu falda,
las noches de goleada sin balón.
Me gusta cantar incluso en el váter,
reconozco ser un poco pasional.
Hay quien dice cómo puedes ser tan bueno
y a la vez tan animal.
Yo no respeto todas las ideas,
no me va el machismo de etiqueta.
Y algunas formalidades me las paso por el forro de la chaqueta.
Y soy peor persona que mi propia conciencia,
me emociona más un gol que algún poeta.
Y ver gente que prefiere contar estrellas mucho antes que pesetas.
(De nuevo cuatro parrafos más con la misma estructura de acordes).