El reloj de la suerte marca la profecía,
deseo, angustia, sangre y desamor.
Mi vida llena y mi alma vacía,
yo soy el público y el único actor.
Las olas rompen el castillo de arena,
la ceremonia de la desolación.
Soy un extraño en el paraíso,
soy un juguete de la desilusión.
Estoy ardiendo y siento fríoo, fríoooo.
Grito los nombres, nadie responde,