Yo te perdí, como pierde aquel buen jugador.
que la suerte reversa marcó su destino fatal,
pero jugué mis cartas abiertas al amor,
la confianza que tuve tronchó nuestra felicidad.
Pero en cambio tú, me jugaste fichas sin valor,
fichas negras como es el color de tu perversidad;
hoy te perdí, y te juro no vuelvo a jugar,
porque a nadie yo volveré a amar, como te quiero a tí,
como te quiero a tí.