Duerme ya la orilla del Ebro,
sus aguas platean con la Luna de enero.
En un manto de terciopelo,
espera su despertar, Aragon entero.
Y el Pilar, faro marinero,
donde yo he de regresar, en todos mis sueños.
Y como un niño pequeño,
que quiere empezar a andar, y no tiene miedo
Duerme bien, valiente viajero,
tu dulce peregrinar, da vida a mis pueblos.
Y tu cierzo acuna mi lecho,
y llena este despertar, de cantos joteros.
Y el Pilar, tu fiel compañero,
que siempre te va a esperar, juntico a la Seo.
Y hasta el Mar, aguarda en silencio,
soñando con abrazar, las aguas del Ebro.
Y hasta el Mar, aguarda en silencio,
soñando con abrazar, las aguas del Ebro.