Era un niño que soñaba un caballo de cartón.
Abrió los ojos el niño, el caballito no vio.
Un caballito blanco el niño volvió a soñar
y por la crin lo cogía: ahora no te escaparás.
Apenas lo hubo cogido, el niño se despertó,
tenía el puño cerrado, el caballito voló.
Se puso el niño muy serio pensando que no es verdad
un caballito soñado y ya no volvió a soñar.
Pero el niño se hizo mozo y el mozo tuvo un amor
y a su amada le decía: tú eres de verdad o no.
Pero el niño se hizo mozo y el mozo tuvo un amor
y a su amada le decía: tú eres de verdad o no.
el caballito soñado y el caballo de verdad.
Y cuando vino la muerte, el viejo a su corazón
preguntaba: ¿tú eres sueño?; quién sabe si despertó.