Veo todo como quiero,
todo negro, todo blanco y no me acuerdo.
Boca torcida, ojos pequeños,
esa es tu cara toda clara que te engaña.
Tantos años siendo sinceros,
en la puerta tu llama sale de dentro.
Ya no me importa, es la persona,
la mente insana, que desgracia, cree que gana.
Sigue durmiendo son dulces sueños,
el frío hiela, a ti te quema y no te enteras.
Tus días dulces, los que seduces,
A quien en gañas con patrañas de las malas?
Lo mismo da, lo mismo es,
¿Y la humildad a donde fue sin tu querer?
La vida cruda, ¡Ay que amargura!