Salud mi dulce atardecer
esperando la noche estas, ahí
Se asoma el filo de tu cuello
de nube y de alas yo te prefiero
Por suerte para mí, que te siento de perfil
entre las cuatro y las seis me consumí
Pequeños milagros instantáneos
Me ves siguiéndote y dejas
sabiendo que no hay forma de alcanzarte
Y veo bajando por balcones
bailando sobre trenes que se alejan
Solo un ra - to y es así, cuando me acerco es el fin
esa es tu magia y sabes cómo existir